domingo, 25 de septiembre de 2011

Validation.

Esto es un chico que valida tickets. Pero lo que de verdad le hace feliz es hacer sonreír a la gente. Cada día, cuando ve a alguien que no sonríe, con bonitos cumplidos, consigue sacarle una buena sonrisa. Poco a poco gracias a esto, se va haciendo famoso, hasta el punto de llegar a ayudar a gente tan importante como el presidente Bush. Todo va bien, hasta que un día, cuando va a hacerse el carnet de conducir, la chica que hace las fotos no sonríe. Cuando ve esto, se pasa día tras día intentando hacerla sonreír pero no lo consigue. Finalmente el chico se deprime, y ya no hace sonreír a nadie. Pero un día una pareja de enamorados le devuelve la ilusión. Y así se hace famoso otra vez por sus cumplidos. Entonces un día se encuentra con la chica que nunca  sonreía, y se lleva una sorpresa ya que está sonriendo y haciendo sonreír a todo el mundo. Y todo eso gracias a él, que un día le devolvió la sonrisa a la madre de la chica que desde hacía muchos años no tenía. Después de eso el chico y la chica acaban juntos, y van siempre con una sonrisa en la cara.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Redacción Castellano

Aquel hombre no acababa de confiar en mí, algo le hacía pensar mal de mí. Me ponía nervioso como me miraba.Tenía que buscar una forma de convencerle de que era un buen hombre. Ya no sabía que contarle, él pensaba que yo era el culpable de todo eso que paso unos años atrás y lo que no sabía, era lo que yo era de verdad en esa época. Entonces, creí que era el momento de contarle mi verdadera historia que todo el mundo desconocía. Esta historia se remonta a cuando yo tenía unos diecisiete años. Era un joven emprendedor, y la verdad, tenía unas expectativas muy altas sobre mi carrera. Y la pregunta es ¿Cuál era mi sueño?...¿Qué era lo que perseguía? Pues sí, yo era un soñador del rock and roll, el típico que perseguía sus sueños sin importar nada más, y que habría viajado hasta otra galaxia para poder cumplir mi sueño.Yo era el mayor fan de los Beatles y mi vida entera era la música. Pero mi plan no fue tan bien como yo creía y lo perdí todo. Yo tendría unos 25 años, cuando me quedé definitivamente sin nada y me dí cuenta de que debía escoger otro camino. Pero a esa edad se me hacía muy difícil pensar en que carrera estudiar, buscar dinero con el que poder vivir. Y una noche, cuando ya o me quedaba nada, mi instinto de supervivencia me hizo hacer algo de lo que me arrepiento. Robé en un supermercado, me llevé todo el dinero de la caja y a parte del susto de los dependientes nadie sufrió ningún daño. Esa fue una mala época para mí, pero no hubo más robos. El hombre seguía con los ojos clavados en mí, seguramente si le contaba mi historia no me creería y seguiría pensando que yo era el que causó todos aquellos desafortunados incidentes. ¿Qué podía hacer...? No me creería nunca, la melancolía me recorría por dentro.